Viaje de Ida

Cada peldaño, cada eslabón que se siente...
remontando esa extraña y primordial categoría.
Cada hombre, cada momento de aquel día
que se evolucionó de mono a un ser que miente.
Son quizás los magos que nos miran de lejos
aquellos que nos sembraron esa cosa de pensar,
aquellos que no pudieron a la postre terminar
la obra inconclusa que somos, sólo espejos...
sombras, reflejos, siempre condenados,
a esa muerte eterna, agónica dialéctica, devenir.
Espesa carga la de andar naciendo para morir,
Y empezar de nuevo, solitariamente acompañados.

Qué extraño me siento ante mi propia vida.
si apenas he tenido tiempo para darme cuenta,
que todo cambia irremediablemente sin vuelta 
y que todo llega en este bello viaje de ida, 


José de Guardia de Ponté

 

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