LA RECIPROCIDAD

Palabra que deriva del latín "preciprocus" RE (hacia delante) CUS (igual) PRO (para atrás) CUS (igual) o sea va y viene por igual, igual para uno que para otro. Los romanos también tenían la expresión "quid pro quo" esto por este otro.
Por consiguiente podemos definir como correspondencia mutua de una persona o cosa con otra.
La cuestión es que este concepto nos habla de una de las leyes más importantes de la vida ya que todo lo que uno genera, bueno o malo, de alguna manera vuelve... repercute y se produce una respuesta. Ley de causa y efecto. Ley del equilibrio del universo y de las cosas.
La sabiduría popular nos dice a cada paso: "Tratar a los demás como uno quisiera ser tratado es el medio más seguro de vivir feliz y tranquilo". En este sentido ¿cuál es el secreto de una muy buena relación, de pareja, de amistad, filial etc.? 
Pero una pregunta más importante sería: "Si somos lo que tenemos y tenemos lo que merecemos. Entonces, ¿somos lo que merecemos ser?"
Algunos piensan falsamente que venimos al mundo a sufrir, que la vida está llena de engaños, que eres lo que tienes y tienes lo que te mereces… y esto viene a cuento porque lamentablemente hoy en día vivimos en una sociedad que cree y sostiene que todo tiene un precio, la gente, el respeto e incluso el amor se puede comprar. Pero esto es una ficción creada por un sistema de consumo, para que la gente camine por un camino diseñado perversamente a gusto y piacere de una sociedad de mercado. La vida, de esta manera, no es justa porque una sociedad de mercado pugna por la desigualdad aunque paradójicamente impone la estandarización. Muchos problemas se generan en el hombre por esta confusión.

En realidad eres lo que permitiste que hicieran de ti y a la vez cosecha de propia siembra.

Por esta razón impúlsate hacia adelante con toda tu energía detrás de tus sueños e ideales, con optimismo, generosidad y humildad, y esa energía se convertirá en el viento de popa necesario para convertirte en imparable.

Es cierto, eres una hoja en la tormenta, pero depende de ti convertirte en tormenta.


José de Guardia de Ponté
 

 

E-mail: [email protected]