Para muchos una incógnita, para otros una mala palabra, para varios una mala persona, pero en definitiva, y convengamos, en su gran mayoría, aquí y en la china o donde se precie, un concepto devaluado.
Quiero antes que nada advertir que este artículo está orientado a divertir un poquito, hacer pensar si es posible al desprevenido lector ocasional usando un sutil cinismo crítico con pizcas de verdad...
Manos a la obra:
Luego de varios y tediosos años de observación desde un lugar especial puedo afirmar que el POLITICO es una "persona" aunque no lo crean, que piensa, actúa y se desenvuelve igual que cualquier persona con una variable. Su posición ética es diferente.
También posee ciertas capacidades especiales que le fue necesario aprender y que luego cuando llega a determinadas posiciones tiende a entrenarse, adiestrarse y perfeccionarse para mayor y mejor desenvolvimiento de su devenir político.
Primero que todo y regla fundamental, todo ser humano que quiera tener éxito en política debe borrar de su disco duro cualquier tipo de escrúpulo que le impida llegar al poder, decimos y entendemos escrúpulos a la capacidad de SER y actuar con dignidad, honorabilidad, lealtad, caridad, misericordia, honestidad y verdad y también podemos decir que es la incapacidad de SER y actuar en forma contraria a lo anteriormente expresado, Esto no significa que un político no pueda actuar aparentemente con estas virtudes, pero ese "actuar" será instriónico, lo hará de esta manera con un fin determinado, el fin justificará los medios.
Entonces - primera gran cualidad, será un perfecto e impecable hombre o mujer APARENTE.
La segunda regla que debemos tener en cuenta es la "ley de las compensaciones políticas" o sea, en este mundo traidor nada es gratis, todo tiene un precio, todo favor, ayuda, compromiso, movimiento tiene un costo que tarde temprano debe ser saldado. El que no respeta este código no llega muy lejos, ya que el camino al poder es una intrincada tela de araña, cuando se toca una cuerda miles se mueven y se debe tener mucho cuidado donde se repercute.
Los caminos al poder son sinuosos y lleno de peligros ya que no se está viajando con dulces corderitos, justamente con lo contrario, feroces son esta manada de licantrop@s que se disputan cada escalón de asenso.
El mundo de la política es un "iceberg" del cual solo podemos observar el 15% de su estructura, todo o la mayoría se mueve por debajo. Convenios, peleas, arreglos, disputas, contubernios, "omnis" se mueve entre las sombras.
Vamos a otro tema: un buen político es aquel que tiene la sublime y difícil capacidad de hablar mucho y no decir nada. Su arte es convencer de que es convincente, fuerte, indómito, poderoso, inflexible. Debe inyectar en los ilusos electores entusiasmo, seguridad y esperanza. Para este fin tiene a su alcance un arsenal de trucos y técnicas perfectamente estudiadas y probadas. El manejo de la corporalidad, de la gestualidad, la vestimenta, la impronta y el modo, nada es al azar, no existe la espontaneidad y la simpleza.
Muchos piensan que un político roba porque le gusta la plata que compra todo lo que le gusta a los mortales, pero si observamos bien, nos damos cuenta que un político tiene un sólo amo y señor, un sólo dios ciego, una sola droga que lo enloquece... "EL PODER" y su fin de adueñarse de todo lo que le sea posible adueñarse tiene un solo objetivo y es justamente lograr y solidificar su PODER.
Es un enfermo de poder, y nada le importará más que eso, ni su familia, ni sus amigos, ni cualquier afecto lo detendrá o amenazará, ni siquiera su propia salud... pondrá en riesgo su propia vida si es necesario.
Son todos iguales ? ... por lo menos todos aquellos que logran una fuerte cuota de poder responden a estas características.
Podemos seguir interminablemente describiendo a este licántropo sin luna, pero para muestra sobra... y para que el artículo no se haga muy denso...
Damas y caballeros, esta es la triste realidad... nuestro mundo está en manos de esta gente. Será por eso que andamos como andamos.
Siempre digo lo siguiente con ilusa utopía, "el saber nos brinda la esperanza de poder cambiar las cosas..."
Y un cambio merece ser considerado. Que no?
José de Guardia de Ponté