El otro que existe

¿Somos para todos iguales? ¿nos comportamos de la misma manera? ¿como influye en nuestra personalidad el otro?

Ni siquiera somos todos los días iguales...

Comprender esta realidad es un principio de equilibrio. Aceptarse y aceptar a los demás es un acto de compasión.
En una canción de Joan Manuel Serrat reza: “Yo creo que solamente el respeto a la idea del prójimo te da permiso para que respeten la tuya”.
La acción hacia el otro no debe ser una reacción sino una creación. Esta creación es la semilla donde crece el propio destino. 
A medida que temples y pulas tus estados circunstanciales irás moldeando tanto el exterior como tu interior y podrás ser cada vez más inmutable, más pacífico, más atrayente.

La máxima obra propuesta al ser humano es la de forjarse a sí mismo. 

José de Guardia de Ponté

 

 

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