La bella libertad que yo he amado
no he de trocarla de manera alguna
por ninguna traicionera fortuna.
que me haga vivir encarcelado;
No debes traicionar los sueños
que amas y persigues libremente
Aunque te ofrezcan locamente
Oro, plata y dinero; porque al cabo,
No hay bocado en sazón para un esclavo.»