Había una vez... hace mucho tiempo... en un mundo más coherente... la gente buscaba ser útil, y cuanto más servía a su comunidad y mayor era su servicio hacia los demás, mayor importancia tenía porque resaltaba y servía a todos por su valía. Hasta sus apellidos dependían de lo que hacían: Juan Herrero, Pedro Guardia, Rodrigo Barquero, José Ingeniero... Cada cual ocupaba su lugar y su oficio era una profesión que se heredaba y delegaba en forma familiar.
En realidad ese mundo existe detrás del gran ruido, de las penumbras, de la propia estupidez humana, siempre existió, por la sencilla razón de que ser útil nos hace felices y según entiendo es la finalidad de todo mortal.
José de Guardia de Ponté