Entre el enigma y el suspenso

Todo misterio encierra cierto climax de expectativa, un estado de tensión sano, una situación vivencial, que algunos, hasta podrían llamar excitante.
A la vez, resolver un enigma, es el triunfo de la luz de la inteligencia sobre la oscura ignorancia. El encontrar el final del túnel después de una ardua marcha en las tinieblas.
Toda historia relatada en un libro o en un film debe tener misterio y suspenso, así de esta forma, la resolución de la obra será ciertamente espectacular, una "sorpresa"
¿Como no apreciar las sorpresas en un mundo tan terrible y cruel? y a la vez tan lleno de cotidianidades y rutinas.
Para saber vivir debemos agregar una pizca de estos dos condimentos. Hasta podemos diseñar algunos laberintos para que puedan llegar hasta nosotros, cosa de que, él o la irresponsable que nos quiera encontrar tenga al menos la emoción al buscarnos.
Algunos hombres o mujeres, por ahí, se pasan de misteriosos y terminan más solos que astronauta a la deriva. todo en exceso no es bueno y menos cuando se trata de afectividad. Un misterioso narcisista es un oparrón inencontrable.
Pero si vamos a hablar de enigmas no hay nada que se le compare a la propia vida, como buena misteriosa está llena de intrincados laberintos... nos dice Eduardo Sacheri "A veces la vida nos muestra caminos extraños para resolver sus propios enigmas". Y en este caso y solo a veces las respuestas no son la solución del enigma, en ocasiones las respuestas sólo generan más suspenso.

Y el enigma de la vida se completa, se enriquece y fundamentalmente se exalta con el misterio de la muerte...

José de Guardia de Ponté

 

 

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