EL ARTE DE DISCERNIR

Discernir es un verbo latino formado de "dis" (en dos - en partes) y "cernere" (separar, dividir, cribar) y si le agregamos la palabra latina "mento" (instrumento) formamos dis-cerni-miento o sea instrumento para dividir en partes. 
Una definición correcta sería "capacidad de distinguir por medio del raciocinio bien las cosas". 
"Separar la paja del trigo" diría la sabiduría popular.
Es un verdadero ejercicio mental: implica capacidad y prontitud para diferenciar lo verdadero de lo falso, lo justo de lo injusto, la sabiduría de la ignorancia, el bien del mal...
Afirma Oswald Chambers que discernir es una cuestión que está más allá de una actividad intelectual, que también participa la intuición que manda el corazón.
El poder de discernir nos ayuda a distinguir la verdad real de la verdad aparente, entre las cosas de valor temporal y aquellas de valor eterno, entre lo superficial y lo sutil. Este poder ayuda a reconocer las trampas de la ilusión, sin importar lo bellamente decoradas y atractivas que sean.
Mediante este arte podemos despojar a las personas de sus disfraces y sus hipocresías.
Y de seguro no todos pueden "leer entre lineas" - interpretar las verdaderas intenciones que manejan los manipuladores, justamente en un mundo moderno lleno de engaños.
Hoy más que nunca la verdad es un valor restringido. La verdad está escondida entre lo aparente y lo superfluo.

Y como desarrollamos este poder... como lograrlo?
En primer lugar y antes que nada "NO PREJUZGAR" John Verdon dice: "No creemos lo que pensamos porque vemos lo que vemos, sino que vemos lo que vemos porque pensamos lo que pensamos" 
Segundo una cierta incredulidad apriori, o sea, "dudar" de forma natural, no quedarnos con lo primero que nos dicen o intentan convencernos. No tiene nada de malo desconfiar de los dogmas o de las certezas de otros, puesto que lo que es verdad para algunos no necesariamente deba ser verdad para nosotros.
Por último, promover nuestra "libertad interna" la cual se puede definir como la capacidad que tenemos de ser los creadores de nuestros propios pensamientos y sentimientos. Es la libertad de pensar, experimentar y expresar lo que somos verdaderamente, cuando queremos y durante el tiempo que deseamos. Utilizar el arte de la inducción y la deducción según el caso y esperar que nuestra mente en combinación con nuestro espíritu creativo hagan el resto.

Discernir también para adentro, ya que nos ayuda a ver y analizar la calidad de nuestros propios pensamientos, palabras y acciones. Coherencia entre el ser y el hacer.

José de Guardia de Ponté
 

 

 

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