Desde que uno se levanta hasta que se acuesta, día tras día, es un incesante decidir; de eso se trata. Y cada decisión que tomamos tiene una consecuencia en el futuro, tanto en el nuestro como en el de los demás.
Al margen de tus habilidades, las decisiones son las que nos marcan el devenir y la existencia. Somos lo que decidimos y cómo lo hacemos.
El saber y el conocimiento ayudan pero muchas de las decisiones que tomamos tienen, como regla general, mucho más que ver con los instintos y otros misteriosos factores, que con el sentido de la racionabilidad.
Para las grandes decisiones como costumbre o regla general es necesario tomarse un pequeño pero importante tiempo. Hay que dejar que nuestra mente y nuestra alma se fundan y nos aconsejen de común acuerdo. No es bueno cuando una dice una cosa y la otra lo contrario. Busquemos un equilibrio entre la razón y la pasión.
El tiempo para decidir debe ser corto y preciso, cuando se extiende o demora se convierte en inercia.
Reza un dicho popular "Si con una mano detienes el pasado y con la otra el futuro, quedarás crucificado en el presente..." la vida es movimiento, y la mejor ruta es el difícil camino de los sueños. Persigue tus utopías como lo hacías de niñ@.
Eres un viajero del tiempo, el combustible que necesitas es tu propia libertad. Nadie sabe por donde va hasta que llega cerca de la muerte, por esta razón vive la aventura de existir, las espinas del camino son justamente todas las cotidianidades que el hombre a construido en su cultura, las estructuradas formas sociales, los esquemas preconcebidos, los prejuicios y el qué dirán... Es sorprendente que el hombre haya construido tantos obstáculos buscando justamente una felicidad preconcebida en la negligencia.
Por esta razón todos los días se nos da una posibilidad para cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia.
El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre o a una mujer que sabe adónde va. Y ese saber sólo lo rige los propios ideales.