No somos, acaso, los fronterizos entre el cielo y la tierra? Equilibristas entre el paraíso y el infierno... Fiscales de Dios - abogados del diablo... navegantes entre la osada prudencia y la cobardía más cruel. 
Enloquecidos de cordura y locos sin cuerda. Pobres lunáticos insolados... solarizados, asalariados. 
Trapecistas entre la felicidad y el espanto. Practicantes de dolores innecesarios... atormentados por el placer inútil de ser o no ser...??? siempre en los extremos - pendulares...
Exagerados hasta la exageración, sofistas inconformes buscando a ciegas la verdad, esa que todos los medios de prensa nos niegan, la misma que murió de hambre en el Chaco gualamba. Que se ahogó junto a Alfonsina... que nació a destiempo.
Casi todo lo sabemos y de nada nos hacemos cargo, tenemos todas las respuestas pero nuestra vida es una eterna pregunta...
Venimos de tantas partes y no sabemos que los únicos que saben a donde van son los que estaban.
Tantos colores en la piel que se unen en la celeste y blanca, esa que nos cuesta defender cuando se refleja en patria.
Alegría incontrolable de las cosas sencillas, los amigos, un compartir el mate, el asado del domingo... corazón puro, como niños... pasionarios sin límite, da igual ser pro que anti, todo lo aferramos con la locura propia del hincha, todo lo perdemos como fácil nos es ganarlo porque es tan rico todo lo nuestro, desde el suelo al subsuelo, desde el mar a la montaña, privilegiados ignorantes... miserables.

Y a pesar de todo... tan maravillosamente humanos.

José de Guardia de Ponté