Deviene del latín consilium (asamblea, consulta, deliberación) de esta raíz también derivan: cónsul, consultar, consejo, consultorio y aconsejar. No confundir con la palabra "concejum" que quiere decir "recordar" de allí deriva concejo con c.
Aconsejar o dar un consejo sería entonces "Decir a una persona lo que puede o lo que debe hacer en relación con algo que afecta a su propio interés o bienestar".
Y el aconsejar es una acción tan antigua como el hombre y tan común que lo usan todos pero lo saben hacer muy pocos. La experiencia sumada con la sabiduría harán de un consejero alguien importante y muy beneficioso, aunque yo particularmente prefiero el consejo de quien bien me quiere.
Oscar Wilde decía: "Siempre es bueno dar consejos, pero los mejores guardatelos para la gente que amas".
Dar consejos guarda también cierto compromiso ya que equivocarse te puede costar una amistad o un problema, por lógica, entonces, seamos respetuosos de nuestras limitaciones, si no tenemos la capacidad o conocimiento para aconsejar es preferible preservarse, por más que tengamos la buena intención de ayudar.
Reza un dicho popular "Si quieres morder de seguro le pedirás consejo a un perro" y esto viene a cuento de que muchas personas que tienen intención de hacer tal o cual cosa, piden consejo a alguien que saben confirmará su futuro proceder. Los inseguros necesitan reafirmar sus decisiones y si fallan tendrán a quien echarle la culpa.
Ahora bien, una cosa terrible son los aconsejadores inconsultos, meteretes profesionales que andan por la vida interiorizándose de los asuntos ajenos y dando directivas a diestra y siniestra, Es muy posible que su vida sea un merengue mal batido y para evitar convivir con sus problemas buscan resolver los menesteres de otros.
Otros, de terror, son los sacha psicólogos, falsos intelectuales que leyeron a medias dos libros de Freud y se lanzan a psicoanalizar feroz y salvajemente a cualquier desprevenido que se les cruce.
Muchos dicen que aconsejar es un arte, aunque pienso que artista es el que puede aceptar sus propios consejos y estar dispuesto a mejorar todos los días.
José de Guardia de Ponté